¡Que difícil tomar ciertas decisiones!
La vida, mi vida, se ha caracterizado por encontrarse inmersa en cambios, en transformaciones constantes y de cierta forma desequilibrantes. Ha sido siempre un fluir constante de cosas nuevas, sin necesidad de convocatoria plena o hablada. Solo ha ocurrido, cual deseo cumplido por el Universo.
Cuando uno decide finalmente hacerse cargo de que las transformaciones sucedan es que viene lo sabroso, lo candela, lo agotador y lo difícil.
No es que encargarse de la vida misma, del uno mismo, sea una tarea tediosa o amarga; difícil y complicada quizás, incluso agotadora se ha tornado de vez en cuanto, pero nunca ha sido mejor remunerada que la sonrisa cada noche al cerrar los ojos.
El miedo viene cuando uno, muy temprano en la vida decide que su camino va de mano de muchos otros, que a pesar de parecerlo, no es un ser insignificante; cuando finalmente entiende que la típica frase "yo hago con mi vida lo que me de la gana porque es mía" no es mas que una falsedad.
Uno le hace daño a la gente, uno es responsable de que ciertas cosas ocurran en el mundo, de que niños lloren, de que madres lloren, de que libros se quemen y gente muera. Uno es responsable, quiérase o no.
Muy temprano en la vida uno debería entender eso. Y entender mas aun que uno también puede ser responsable de ciertas otras cosas: la sonrisa de los niños, el sonido de una flauta, el crecer de una planta; uno puede ser responsable de los verdaderos cambios, de las transformaciones, de tener quizas un mejor lugar donde vivir.
Siempre el problema esta en la forma ¿no? Muchos plantean la necesidad de mas y mejores cosas pero ¿En que se basan? ¿Qué significa mas y mejores?
Por mi parte yo creo necesito mas y mejores cosas; mas significativas, mas amplias, mas, mas, mas; mejor planificadas, mejor realizada, mejor, mejor, mejor.
Serán estas primeras lineas de deambulaciones de una mente ansiosa.
