Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Casi nunca nos damos cuenta de que podemos suprimir cualquier cosa de nuestras vidas en cualquier momento y en un abrir y cerrar de ojos.

Un guerrero no necesita historia personal. Un día descubre que ya no le es necesaria, y la abandona.

La historia personal debe ser renovada cons­tantemente contando a los padres, parientes y amigos todo cuanto uno hace. Por otro lado, el guerrero que no tiene historia personal, no necesi­ta dar explicaciones; nadie se enoja ni se desilusio­na con sus actos. Y sobre todo, nadie le amarra con sus pensamientos y expectativas.
Viaje a Ixtlán - Castaneda

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