Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Recuento de 6 meses.


Comenzamos antes de un 11.

C'est fini. Ok.
La tristeza que se ha posado en tu cara.
Gelatina floral.
Tranquila, sonrie. Por favor.
Borracheras y locuras no planificadas.
Cosas que te sorprenden y te causan curiosidad.
Caminatas y conversaciones en El Paraiso. 
Algo va mal y aun no se que es.
Sofia.
Complices.
Ganas de llorar en la terraza.
Tensa calma durante semanas. 
Ahora entiendo.
Ligera felicidad. Sonrisas ¿falsas?
Todo está “bien”.
Traición a media noche.
Los mentirosos.
El destierro.
¿De dónde salen tantas lágrimas?
¿Tu haces esto por todas las personas? No.
Cambio de planes.
Los chinos, el callejon y 15 llamadas perdidas.
¿Qué demonios está pasando?
Burbuja.
Esto es estar enamorado ¿eh?
El molino.
Maldito(s).
Reacciona.
Suficiente.
Locura.
Sofia y Angel.
El primer te amo
No lo hare.
El discurso del desarma bombas.
Llegas tarde.
Todos ellos.
Viajes y muertes inesperadas.
Te quiero como persona.
Felicidad.
Eres muy afortunada.
Un excelente día.
Fiesta, morzas, lluvia, almuerzo y torta fria de chocolate.
Remolino.
Decisiones.
Daño colateral.
El camino.
Él.
Ella.
¿Tú lo amas?
Ciertas condiciones aplican.
El muerto.
Zona de peligro.
En mi psiquis.
No tan mala noche.
Sapos, sapos everywhere.
La fiesta interminable.
Un gracias y una disculpa.
Lo he pensado bien. No desaparezcas
Pero tu estas bien, después de todo.
¿Quieres ver una película?
Es necesaria una birra.
¡Ey! ¿A donde van ustedes?
Como escapar de Dionis.
Noche sensual y bohemia.
RIP Celular.
Cuartos hechos burbujas.
Turnos para entrar en crisis.
En busca del Dallas
1 mes y medio.
Problemas en la habitación 6. 
Pasta de la Nonna.
Un día antes de partir.
Alejandro Miguel.
Bufandas.
Una ultima vez.
Tonto... Tonta.
¿Donde esta mi telefono?
Sincerarse friamente (y literalmente).
¿Suficiente?
Cosas que creo. 
Delimitar.
4:00 am. No quiero estar en tu vida.
Bromas pesadas.
Neblina, chocolate y avena.
La lista.
El final de las cosas.
Planes.
Esa conversación.
Estamos mejorando, en serio.
Adios.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Celuloide.


Hubo un tiempo (hace bastante tiempo)  donde podía observar todo como si fuera una película. Escenas con musicalización y sonidos ambiente.
Perdí esa cualidad cuando deje de ir al cine tan seguido y se me hacía aburrido ver un DVD. Mi vida se tornó real, humana y no era una línea de tiempo. Era solo real.

Se me hizo difícil saber si mientras desayunaba la cámara se  ubicaba a mi derecha o a mi izquierda. Si mientras las hojas de los arboles caían de fondo sonaba alguna canción de Cibelle.

Eso coincidió comúnmente cuando me encontré enamorada, cuando por primera vez, me descubrí enamorada. Enamorada sí, pero sin posibilidad de entregar mi amor.

Ahora, meses después, esa cualidad ha vuelto a mí. 

Ha sido suficiente el entrenamiento al ver películas hasta la madrugada con buena compañía y dos colchones en el suelo.

Hoy, sin más, esa visión que tanto extrañaba ha vuelto a mí.

Y de cierta forma es maravilloso observar los recuerdos como escenas. Sabría exactamente como colorizar a aquella vez que me encontré en el piso llorando. O la vez en que golpee la pared tan fuerte que los nudillos me sangraron. 

También podría sonorizar esa salida a comer helado con unas viejas amigas. O el día que entendí que todo era real. Cuando acepte. Cuando me acompañaron. Cuando yo acompañe a los demás. Ese abrazo en el metro. Cuentos de terror una madrugada de Julio. Descubrir en un cuarto cosas que te revuelven el estómago. El discurso del desarma bombas. Gente que te miente a la cara. Viajes sorpresas a Maracay. Propuestas indecentes. Lunas de ámbar mientras te montas en un autobús a las tres de la mañana. Metidas de pata en el callejón. Despertar gritando a las 4 de la mañana. Disculpas a la cumpleañera. Salidas a comer arroz chino.

Abrazos, besos, lágrimas, risas, temblores, rasguños, pestañeos.


Tantos momentos pasan ante mis ojos, como si de una tira de celuloide se tratara.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Casi nunca nos damos cuenta de que podemos suprimir cualquier cosa de nuestras vidas en cualquier momento y en un abrir y cerrar de ojos.

Un guerrero no necesita historia personal. Un día descubre que ya no le es necesaria, y la abandona.

La historia personal debe ser renovada cons­tantemente contando a los padres, parientes y amigos todo cuanto uno hace. Por otro lado, el guerrero que no tiene historia personal, no necesi­ta dar explicaciones; nadie se enoja ni se desilusio­na con sus actos. Y sobre todo, nadie le amarra con sus pensamientos y expectativas.
Viaje a Ixtlán - Castaneda

viernes, 13 de diciembre de 2013

Las semanas.

Birras y cosas nuevas.

Exhibicionismo en el metro.

2 colchones en el piso y muchas películas.

Las cosquillas en la rodilla, la risa desenfrenada.

El maullido, el gruñido y las orejas de gato.

Montarse en un autobus a las 3 de la mañana y darle segundos chances a la gente. 

Acabaderas de trapo after Ruta.

Largas charlas, caminatas sin sonido y recorridos con apretones de mano.

Una sopa para la gripe. 


Hay espacio, hay tiempo.

martes, 10 de diciembre de 2013

Torta de cumpleaños.

11/07/11

A casi un mes de mi cumpleaños es que recapacito y me doy cuenta de que este año no hubo torta de cumpleaños, ni grandes felicitaciones. Fue un día normal. Extremadamente normal.

Y, a decir verdad, no se como sentirme respecto a esto.

Quiza mi familia no sea la mejor pero teníamos la tradición de pasar nuestros cumpleaños juntos, preparábamos una torta y festejábamos por un año mas (o menos) de vida.

Era algo bastante importante e incluso encantador, mas aun por el hecho de que mi abuela cumple al día siguiente de mi cumpleaños.

Pero este año fue distinto. Quiza debo culpar a la nueva vida que acarrea mudarse de ciudad y comenzar la universidad. O quiza simplemente deba culparme a mi misma por esperar una torta para este año.

O quiza no deba culpar a nadie.

Para mi primer cumpleaños fuera de casa, digamos que no fue muy entretenido.

Pase la mitad del dia en la Universidad charlando con mis amigos como cualquier día y la otra mitad preste atención en clase como cualquier otro día.

Siempre me han dicho que soy de esas personas que esperan mucho de los demas, que guardan muchas expectativas y que, finalmente cuando acaba el dia, por lo general termina decepcionada.

Y esta vez no fue la excepción.

Luego de pasar mas de una semana ponderando si debia o no pasar el cumpleaños de mi abuela con ella, y aunque acarreara perderme de una reunion laboral algo (bastante) importante al fin me decidi. Y ese dia cargaba con mi super bolso entre los pasillos de la universidad.

Y viaje la noche de mi cumpleaños. Sin querer ser dramática, las 10 horas de viaje mas largas de mi vida.

Al amanecer abria la puerta del apartamento y esuchaba pasos apresurados en la cocina.

Vuelvo atras y corrijo ese dia no termine decepcionada o quiza no del todo.

=

El tacto.

Siempre sera...



caliente.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Rafael.

Nunca entendiste muchacha/
que tu vida seguiría.
Y que por mas que sufrieras/
nadie reconocería.
Que de amor nadie se muere.
Solo le causa alegría.
Al que desea ver que sufres.
Por su vana idolatría.
Demuestra que tienes raza/
no se vence sin pelea.
Porque el que apaga la llama.
El frió lo vence y congela.
Pon tu cabeza en mi hombro.
Siente el apoyo que vibra.
Porque tu tienes la fibra.
Del viejo del que desciendes.
Que solamente tiene alma.
Para ti y los que vienen.

martes, 26 de noviembre de 2013

"Pero eso querida, es lo que normalmente sucede".

Sal con una chica que no lee (Por Charles Warnke)
Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela. 

Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta. 

Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe. 

Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.

Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato. 

Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida. 

Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza. 

No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.

______________________
La ultima frase quedo en el aire, como suspendida. Cerre por un momento los ojos y luego me atreví a mirarla.
Ella me regalo unos ojos llenos de... ¿resignación? Suspiró.
Me dio un beso en la mejilla, y me dijo con voz tenue, baja y gutural -Pero eso querida, es lo que normalmente sucede.-
Asentí.
Puso en mi mano derecha uno de sus pañuelos blancos y en la izquierda una vieja maleta marrón.
El tren salia esa noche y en mi bolsillo estaba el boleto de ida.

domingo, 24 de noviembre de 2013

El olvido.

Viene, va. Deambula por los pasillos.

Esta sentado, impaciente y preparado. Se apodera de ti, de tu cuerpo.

Viste de negro. Parece la muerte. Quiere parecerse a la muerte.

Solo hace su trabajo, ha sido contratado por el tiempo.

En su larga, muy larga lista lleva nombres tachados.

Soy la siguiente de la fila.


martes, 19 de noviembre de 2013

Esta situación me tiene un poco





MUY


quizá


confundida
                                        y estresada.





Necesito vacaciones.

viernes, 15 de noviembre de 2013

La historia de un caballo que era bien bonito. Aquiles Nazoa.

¿Alguna vez antes había comentado que me encanta Aquiles Nazoa?

Este poema en particular es mi favorito.

Espero lo disfruten tanto como yo cuando tenia 10 años.
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Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines.

Todos estábamos muy contentos con esa costumbre del caballo; y el caballo también porque como se alimentaba de jardines, cuando uno le miraba los ojos las cosas se veían de todos los colores en los ojos del caballo.

Al caballo también le gustaba mirarlo a uno con sus ojos de colores, y lo mejor del asunto es que con los ojos de ese caballo que comía jardines se veían todas las cosas que el caballo veía, pero claro que más bonitas, porque se veían como si tuvieran siete años. Yo a veces esperaba que el caballo estuviera viendo para donde estaba mi escuela. El entendía la cosa y miraba para allá, y entonces mi hermana Elba y yo nos íbamos para la escuela a través de los ojos del caballo.

¡Qué caballo tan agradable!

A nosotros cuando más nos gustaba verlos era aquellos domingos por la mañana que estaban tocando la retreta y ese caballo de colores llegaba por ahi vistiéndose de alfombra por todas partes que pasaba.

Yo creo que ese caballo era muy cariñoso. Ese caballo tenía cara de que le hubiera gustado darle un paseíto a uno, pero quien se iba a montar en aquel pueblo en un caballo como ese, pues a la gente de ahí le daba pena; ahí nadie tenía ropa aparente.

Como sería de bonito ese caballo que con ese caballo se alzó Miranda contra el gobierno porque se inspiró en el tricolor de sus labios y en el rubio de sus ojos.

Ese caballo si se veía bonito cuando estaban tocando ahí esa retreta y el Señor Presidente de la Sociedad de Jardineros lo traía para que se desayunara en la plaza pública.

Que caballo tan considerado. Ese caballo podía estar muy hambriento, pero cuando los jardineros lo traían para que se comiera la plaza, el sabia que en el pueblo había mucha gente necesitada de todo lo que alli le servían, y no se comía sino a los músicos.

Y los músicos encantados. Como el caballo estaba lleno de flores por dentro, ellos ahí se sentían inspirados y se la pasaban tocando música dentro del caballo.

Bueno, y como el caballo se alimentaba de jardines y tenía todos los colores de las flores que se comía, la gente que pasaba por ahí y lo veía esperando que los jardineros le echaran su comida decían: míreme ese caballo tan bonito que está ahí espantándose las mariposas con el rabo.

Como sería de bonito ese caballo que con ese caballo se alzó Miranda contra el gobierno porque se inspiró en el tricolor de sus labios y en el rubio de sus ojos.

Y el caballo sabía que decían todo eso, y se quedaba ahí quietecito sin moverse para que también dijeran que aquel caballo era demasiado bonito para vivir en un pueblo tan feo, y unos doctores que pasaron lo que dijeron es que lo que parecía ese caballo es que estaba pintado en el pueblo.

¡Así era de bonito ese caballo!

Todo el mundo era muy cariñoso con ese caballo tan bonito, y más las señoras y señoritas del pueblo, que estaban muy contentas con aquel caballo que se alimentaba de jardines. ¿No ve que como consecuencia de aquella alimentación lo que el caballo echaba por el culito eran rosas?

Así, cuando las damas querían adornar su casa o poner un matrimonio, no tenían más que salir al medio de la calle y recoger algunas de las magníficas rosas con que el caballo le devolvía sus jardines al pueblo.

Una vez en ese pueblo se declaró la guerra mundial, y viendo un general el hermoso caballo que comía jardines, se montó en él y se lo llevó para esa guerra mundial que había ahí, diciéndole: mira caballo, déjate de jardines y de maricadas de esas y ponte al servicio de tal y cual cosa, que yo voy a defender los principios y tal, y las instituciones y tal, y el legado de yo no se quien, y bueno, caballo, todas esas lavativas que tu sabes que uno defiende.

Apenas llegaron ahí a la guerra mundial, otro general que defendía el patrimonio y otras cosas así, le tiró un tiro al general que estaba de este lado de la alcabala, y al que mató fue al caballo que se alimentaba de jardines, que cayo a tierra echando una gran cantidad de pájaros por la herida porque el general lo había herido en el corazón.

La guerra por fin tuvo que terminarse porque si no hubiera quedado a quien venderle el campo de batalla.

Después que terminó la guerra, en ese punto que cayó muerto el caballo que comía jardines, la tierra se cubrió de flores.

Una vez venía de regreso para su pueblo uno que no tenía nombre y estaba muy solo y había ido a recorrer mundo buscando novia porque se sentía bastante triste, ¿no ve que le mataron hasta el perro con eso de la defensa de los principios y tal?, y no había encontrado novia alguna porque era muy pobre y no tenia ninguna gracia.

Al ver ese reguero de flores que había ahí donde había muerto el caballo que comía jardines, el hombre cogió una de su gusto y se la puso en el pecho. Cuando llegó al pueblo encontró a su paso una muchacha que al verlo con su flor en el pecho, dijo para ella misma: que joven tan delicado que se pone en el pecho esa flor tan bonita. Hay cosas bonitas que son tristes también, como esa flor que se puso en el pecho ese joven que viene ahí. Ese debe ser una persona muy decente y a lo mejor es un poeta.
Lo que ella estaba diciendo dentro de ella con ese asunto, el hombre no lo escuchó con el oído, sino como lo oyó fue con esa flor que tenía en el pecho.

Eso no es gracia; cualquiera pude oír cosas por medio de una flor que se ha puesto en el pecho. La cuestión es que uno sea un hombre bueno y que reconozca que no hay mayores diferencias entre una flor colocada en el pecho de un hombre y la herida de que se muere inocentemente en el campo un pobre caballo.


Qué iba a hacer, le regaló a aquella bonita muchacha la única cosa que había tenido en su vida, le regaló a la muchacha aquella flor que le servía a uno para oír cosas: ¿quién con un regalo tan bueno no enamora inmediatamente a una muchacha?

El día que se casaron, como el papá de ella era un señor muy rico porque tenía una venta de raspado, le regaló como veinticinco tablas viejas, dos ruedas de carreta y una moneda de oro.

Con las veinticinco tablas el hombre de la flor se fabricó una carreta y a la carreta le pintó un caballo, y con la moneda de oro compro una cesta de flores y se las dio de comer al caballo que pinto en la carreta, y ese fue el origen de un cuento que creo haber contado yo alguna vez y que empezaba: "Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines".

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Lapices y amores.

Yo no entiendo como soy capaz de perder tantos lápices y lapiceros en tan poco tiempo.
Mis capacidades son asombrosas.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Hipótesis del amor. (1/?)

El amor no es lo que pesa. Es imposible que eso ocurra.

Duele el apego, las costumbres.

Esa es la mala practica del amor.

El amor no duele. Y tampoco puede ser comparado con algo doloroso.

Uno no sufre por amor.

Son practicas humanas, claro esta.

Pero yo creo (y confio) en que el amor no pesa.

Es mas ligero
                        casi

casi

            como el aire.

Mundano.

Desprendete, que eso nada bueno te trae.
Deja de esperar, de seguir, de querer

           cosas mundanas.


Mirame a mi.

Tan extraña
                  y

tan



                                                                                            feliz.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Caracas.

Digo Caracas, Caracas y siento que canto.
No te odio. Nada mas irreal que eso.

Solo que Caracas, dejame decirte, no has dejado que te conozca.

Has cerrado tus calles como quien le cierra las piernas a un extraño.

¿Porque me cierras las piernas Caracas si sabes que lo disfrutas?

Si sabes, que, para tí el mayor placer es que te recorran, te manoseen, te huelan, digan odiarte pero continúen allí.

Yo no me ire Caracas, es imposible dejarte. Apestas a hormonas sensuales y peligrosas.

No hay nada malo que puedas hacerme Caracas. Ya no.

Porque he caído (irremediablemente) en tus redes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los recuerdos.

Son esas cosas que deambulan por allí en la ciudad.
Sobran los recuerdos de sitios, lugares, arboles y flores.
Mesas, sillas, barandas, balcones, ventanas, hojas secas, trinitarias, barro.
Lluvia.
Escaleras, muchas escaleras.

Y sonrisas.



Son buenos recuerdos. Llevo una gran cantidad en el bolsillo.

La ultima vez que camine por el bulevar me encargue de botar la bolsa en la que cargaba los malos. Ya empezaba a apestar la habitación.



Son eso, recuerdos.

Pasado; nada modificables.

Pero hermosos al fin y al cabo.

martes, 5 de noviembre de 2013

El lado oscuro (2/2)

De cierta forma es así.

Nadie quiere ver el lado oscuro de los demás. No es que no existe, solo pareciera estar oculto.

Bajo un velo, quizás, bajo la cortina, quizás, bajo la sabana, quizás. 

Pero quizás, solo quizás, ha estado allí, escondido en la sombra que te sigue cuando el sol esta muy fuerte.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El lado oscuro.(1/2)

No me gusta lo que veo, no lo reconozco.

A pesar de todo, no quiere decir que esa parte no estuviera allí antes. 

Es solo que no la había percibido, no era visible para mi.

No la había entendido en ti.

No estaba escondida pero no te habías mostrado interesado en descubrirla.

Ahora, es todo lo que veo. Y no lo entiendo.

No lo reconozco. 

Me habían dicho que estaba allí desde siempre.

Pero yo no la había visto.

Así que ahora, solo ahora, no se quien eres.



jueves, 31 de octubre de 2013

Transcribir.

Ganas son las que sobran. 
Mi cuaderno lo pide a gritos, ya de por si que se queda sin hojas muy pronto.

Transcribiré.

Tanto que contar. Tanto que saber.

La respuesta.


La respuesta que se da no es la misma que se recibe.

Curioso ¿eh?

miércoles, 30 de octubre de 2013

Borradores.

Escribo. Publico. Mando a borrador.

Serán borradores, porque yo no puedo seguir escribiendo según el momento.

domingo, 27 de octubre de 2013

La musa.

"La musa no se ira, deja el miedo vale. No es eso que tu crees que es, no es el algo.

La musa soy yo.

Hazme caso."

Definir.

Por un tiempo me quede flotando en las alturas, la base que había construido hace mucho tiempo se vio derrumbada y desgastada con el pasar de las horas. Fui capaz de cuestionarme a todos y el todo.

Así que fue necesario definir. 

Ahora camino sobre un sendero de piedra solida.
No es gratuito.
Cada piedra la he puesto yo. 
Pero eso no implica que el sendero este del todo terminado.

Gnosei Seauton. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Entender.

Soy muy divertida cuando entiendo cosas que antes no procesaba.

Es como si me quedara deslumbrada. Como si algo tan obvio viniera, me pegara en la cara y la expresión de asombro se me colgara como careta.

Realmente soy muy divertida, mucho.

Eso de vez en cuando hace que las buenas experiencias se conviertan en maravillosas.

Resulta divertido que no entienda las cosas de una forma normal. Y no es que no entienda lo que pasa, eso siempre lo entiendo, lo que pasa es que yo siempre tergiverso los porqués.

Y claro esta, en vez de ver de frente y entender la realidad, cuando la descubro (o hacen que la descubra) mi cara se torna divertida.

Lenta, dirán algunos. Yo digo en vez, divertida.

viernes, 25 de octubre de 2013

Olvida.

Solo eso.

No mas.

Gastaras mas energia, pero estarás al otro lado.

Cuaderno

Algún día, un lejano día, publicare todas las anotaciones que he hecho en mi cuaderno.

Un cuaderno que fue autoregalo del día de mi cumpleaños.

Porque era necesario, llego a mis manos con un proposito, llenarse de letras, y es lo que ha hecho.

Pero no solo se ha llenado de letras, sino de recuerdos, de lagrimas (muchas lagrimas) y muchas verdades.

Puedo llegar a creer incluso que allí se encuentra la verdad del universo (o por lo menos mi universo).

Tan diverso es mi cuaderno, tan gentil y bondadoso. Sus hojas reciben todo lo que yo soy capaz de darle, de aguantar la mas feroz tormenta hasta el mas hermoso renacer.

Cada pagina se adorna de algún pequeño rayon de tinta. Cada palabra acompaña a la siguiente.

Puedes leer y entender por lo que he pasado y creo que tambien podrías predicar por lo que pasare.

Amar, llorar, sufrir, renacer, seguir amando.

Intensos.
Así nos entendemos mi cuaderno y yo.

jueves, 24 de octubre de 2013

El momento.

Y es, en este precioso momento, en el que mando todo a la shit, amorosamente claro esta, y sigo con mi vida.

Nunca mas.

Condiciones.

En enlace con lo anterior escrito, hago la suposición de que ha sido difícil, por las características del momento, el vernos, el sabernos, la constante vivencia junta, el doler.

El espacio y el tiempo deberían ser una condición tacita de este tipo de cosas. Nosotros no lo hemos tenido, bueno, no yo.

Son injustas estas condiciones. Mas que nada, son una ladilla.

Ha sido duro.

Ha sido bien duro olvidarte, aunque me han dicho que no se trata de eso.

Y no es de eso, no es superarte, no es olvidarte, es entenderlo.

No puedo entenderlo, ni aceptarlo.

Quizás, luego, en algún momento, pueda tolerarlo.


martes, 22 de octubre de 2013

Zona de peligro.

Puede ser que algo se presente en tu vida.

No necesariamente implica que debes escoger ese camino por obligatoriedad.

Es tu deber, de ahora en mas, recordarlo.

domingo, 20 de octubre de 2013

Atrapado en mi psiquis.

En estados como los que he estado, te he visto.

Y lo peor ha sido que me has cambiado, afectado, desorientado.

Algo me dice que vas mas allá. Que estas en mi psiquis.

Y dudo que alguna vez salgas.



Eso me da miedo.

Me voy.

Creo que me voy.

Y me iré.

Y no regresare.

Espero que tu esperes que me vaya.

Y no regreses.

Porque estaré allá.

Y tu por acullá.

Eso sera suficiente.

Porque si vas a regresar, este es el momento.

Antes de que me vaya.

sábado, 19 de octubre de 2013

Complejidad

Que complejo eres querido. ¿O la compleja soy yo? ¿Compleja o acomplejada?

Bien sea, tomare tu consejo, al fin y al cabo, tienes justa razón.

Tomare todo como viene, de tu parte y de los demás.

No esperare mas allá.

Muy bien he entendido que suelo hacerme grandes mentes.

viernes, 18 de octubre de 2013

Juro solemnemente que buscare, no se como, un apartamento para mi y mi desnudez sin restricción.

Se ha vuelto un vicio sentirse libre. Sentirse sin ropa. Sentirse en casa.

martes, 15 de octubre de 2013

domingo, 13 de octubre de 2013

Lo que necesitaba.

Un regaño.

Fue suficiente.

Y era necesario.

Es allí cuando antepones tus necesidades.

Por la gente que quieres

y que te quiere.

Gracias Mar.

domingo, 29 de septiembre de 2013

A propósito.

Creo que tengo que dejarte ir. No me haces bien.
Disculpa si te culpo.
Seguramente yo soy la que estoy aquí, yo soy la que no me hago bien.

Todo a propósito.

Siempre he sido una testaruda, es por eso que me cuesta tanto. No es dejarte ir, sino continuar sin ti.

Como tu lo has hecho.

¿Qué demonios le pasa a la gente?

La gente está muy dañada.

Solo me preocupa...

Saber si yo también lo estoy.

Me has hecho daño.

Deambulo como sonámbula. Pienso, miro, respiro... todo por repetición.

Voy a la cocina, y tomo una, dos, tres tazas de te.

Voy al baño, lavo mi rostro, no soy esa del espejo, mis ojos no son tan oscuros.

¿Que quieres de mi? ¿Que esperas de mi?

Me has hecho daño con tu punzante y escurridiza lengua. Con tus pensamientos retorcidos. Con tu circo y tu juego.

Yo siento. Ella vive también, ella siente también.

¿Como puedes ser tan mentiroso?

Yo volví.

Me he dado cuenta, querido, que tú, finalmente, después de todo, me dejaste ir.

No creo que creas en esas frases cursis. Al fin y al cabo, si las creyeras, tu estarías aquí.

Porque yo volví, definitiva y completamente. Volví.

Siempre fui tuya.

Pregunta

Lo siento, no puedo responder a esa pregunta. No es tan fácil como dar un si o un no. Y es que realmente no se cual es la respuesta. Un -No tanto como tu- es lo único que se me ocurre; que se transfiera de mi mente a tu mente, que quede implícito en mi cara, que tu también reconozcas. 

Cosas que quisiera decir.

-Regresa- El por favor estaba implícito en mis ojos y el pequeño cristal que ahora rodaba por mi mejilla.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Pensamientos Sueltos. Para decidir (1)

¿Y entonces, quien soy yo? Lo siento, no puedo ser solo Laura a secas.

Yo se que ella no es solo un nombre. Estoy en desventaja, en gran desventaja. Una desventaja fundamental.

Te odie toda la tarde de hoy.

Por cierto: felicidades, esta es tu primera entrada. Estoy escribiendo sobre ti. Sobre ti y tu egoísta e inconcebible propuesta. Sobre una propuesta dolorosa que me pone al borde del abismo.

Haras que me tire de un acantilado y te encanta ¿eh?

No, tu no haras nada. Solo me has puesto a decidir.

La primera consideración para cualquier decisión, es que no puedo, en ninguna forma, ser Laura, a secas.

Me asusta.

Te veo. Y me asusta, no una visión de ti, sino la mía reflejada a tu lado.

sábado, 14 de septiembre de 2013

En lo personal.

En lo personal
no le haría caso,
no la escucharía,
no seria paciente, 
iría directo al barranco.

Y preferiría caerme mil veces pensando que lo intente a quedarme aquí estática.

Aun le amo, pensé que ya no. Pensé que le odiaba lo suficiente, pero no es así.

No me mentiré, daría lo que sea por volver, por estar, por regresar y ser, esta vez, capaz de reconocer.

Pediré una pequeña esperanza; pero aun así no puedo detenerme, no puedo esperar. Tratare de no sentirme culpable, aunque ya lo siento porque creo que no haré nada.

Es maldita frase de "si deseas algo, acciona para que suceda" es demasiado contradictoria. Siento que no debería hacer nada en este momento, siento que debería dejar que pase que es lo justo, siento que debería escuchar a quienes me rodean y que tanto dicen que si me lanzo no es seguro, que viva lo que debo vivir ahora. 

El miedo me invade, miedo a que ya esto no este. Pero también tengo miedo a ser la única que siente esto en este momento. Por eso me queda quizá esperar y añorar una esperanza, por muy mínima que sea, arrojada de tus labios.

Y confiar, lo único que me queda es confiar.

Porque la chica que lee lo entiende, realmente.

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos. 




Consejo.

"Bueno, él mismo lo dijo
a su debido momento
es terrible ser paciente
pero hay veces que hay que serlo
ya ustedes han pasado por demasiadas vainas
al menos dense un respiro"

jueves, 12 de septiembre de 2013

Poco a poco.

Poco
                        a    
        poco

   las
          comisuras
      de
               mis
labios

                 suben.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Coñazos invisibles.

Mantuve una y otra vez, que no me había imaginado nada, que esto no era como lo que pasaba en mi residencia, esas cosas de que algo me movía mientras dormía.

No, no, no.

Esto sí paso.

En cada escalón que subió para superarme, superarnos, superarlo, me dio un coñazo, pero era tanta la distancia, era capaz de hacerlo desde tan lejos, que al final todo parecía que me lo hubiese imaginado, que la que estaba metida en un hueco era yo (cosa que no niego). 

Pero creo que llegue allí por alguna razón ¿no?



lunes, 9 de septiembre de 2013

Bomba.

Hoy hablaba con un amigo, mi mejor amigo, mi conciencia, sobre lo difícil que era esta situación ahora.

Pensábamos si alguna vez nos habíamos encontrado en una vaina así. Yo nunca antes, quizá por eso me parece un dolor interminable. Él en cambio, a pesar de no tener idea, creo que era capaz de armar una.

Me dijo que me había comportado excelente, por lo menos las ultimas veces, que la primera la había puesto de una forma malintensa pero las ultimas dos de cierta forma estuvieron mejor. ¡Felicidades para mi! Ya se ahora como comportarme. #Lie

Sinceramente, me sentí como un cachorro al que le acaricias la panza luego de buscar la pelota.

Y de pronto... Exploté.

Esa manía mía de explotar de repente.

Pareciera que todo lo que me pasa es de repente. De repente estoy bien, de repente decido algo y lo mantengo. ¡Ah! pero de repente... siempre de repente. Creo que destiempo se queda corto.

Me dijo: "Tienes otras mil cosas por las que sonreír".

Esa frase la escuche mucho esa noche.

!Exacto¡ ¿Qué comen que adivinan?

Si, lamentablemente no solo explote con él. Fue una noche de explosiones por aquí, allá y acullá. Menos mal me quede sin explosivos y estaba tan agotada a las 10 de la noche, que, luego de muchísimo tiempo, fui directo a mi cama.

A mi cama, a dormir, a soñar, a tener pesadillas o que se yo.

Mañana sera otro día.

domingo, 8 de septiembre de 2013

¡Ay chamo madura!

Coño, ¿pero no es que querías hablar?

¡Habla pues!

La mas madura no soy yo, quizás si la que mas espero. Pero adivina. Yo soy también la que se canso de esperar.

Huye.

Ya lo has hecho antes.

Ya me acostumbre.

Entiende porque ahora ya no importa.

No vengas después con juegos sucios.

.......

Adendum.

Ahora que lo recuerdo. Esto lo hiciste la primera vez. ¡Oh si que si! Te fuiste y dejaste que yo tomara la decisión.

Vamos, agrégale mas cosas a la lista. Esto se vuelve interesante.

Quizás, solo quizás si sigues la misma linea te creeré. Pero de igual forma te encuentras allí, abajo. Y eso no creo que cambie.

Pobre de ti, de ella, de todos que aun se encuentran allí. Espero nunca utilices eso que sabes bien dominar para con ellos.

Que Dios nos agarre confesados.


Tarde.

Demasiado cambio en tan poco tiempo.

Morí por ti por un rato largo ¿por que nunca llegaste?

Luego, apenas decidí dejar de esperar, literalmente horas después, recuerdas que debemos hablar.

¿Sabes lo difícil que es mentalizarse de cierta forma y luego tener que cambiar?

No es justo. Lo sabes.

No es que no lo necesito, pero realmente no lo quiero.

No ahora. Quizás luego. Quizás nunca.

Puede sonar contradictorio, lo pedí por mucho tiempo pero ahora...

No quiero hablar.

Ya no.

martes, 27 de agosto de 2013

Adiós.

Te digo adiós desde lejos porque se que no puedo acercarme.

Porque se que no dejaras que me acerque.

Porque todas las veces que me he acercado, tu te has ido o me has dicho que me vaya.

Te digo adiós con lagrimas en los ojos.

Cuanto quisiera no decirte adiós. Cuanto quisiera resolver esto ya.

Pero quizá hay tiempo para todo.

Y quizá este sea el momento de decirte adiós.

lunes, 26 de agosto de 2013

Ni idea.

No tienes ni idea de lo que pasa.
No tienes ni idea de lo que ha pasado.

No sabes.

No tienes ni idea de lo que quisiera que pudieras leer esto y que ocurriera algo en ti, que te dieras cuenta, que finalmente hablaras.

No tienes ni idea.

Destiempo.

Me estoy muriendo.

...

No, no es verdad. Ya no. Ya no tanto.

Pero si lo hice. Si morí. Morí desde antes de darme cuenta.

Y me doy cuenta de que muy tarde es que me doy cuenta.

3 semanas tarde. 10 meses tarde. Demasiado tarde.

Estas cosas pasan y que arrechera que pasen. Quisiera que no pasaran. Quisiera darme cuenta de que pasan. Quisiera recordar mis palabras o por lo menos hacerles caso.

Quisiera entender a tiempo. Quisiera sentir a tiempo. Quisiera amar a tiempo. Quisiera llorar a tiempo.

Siempre a destiempo. Siempre sintiendo cosas después de. Siempre entendiendo cosas después de.

Lo siento. Discúlpame por todo. Y yo también te disculpo por todo. Porque al final todo estará bien.

Espero que todo este bien.



Espero
      quizás

             algún día.