Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Pensamientos Sueltos. Para decidir (1)

¿Y entonces, quien soy yo? Lo siento, no puedo ser solo Laura a secas.

Yo se que ella no es solo un nombre. Estoy en desventaja, en gran desventaja. Una desventaja fundamental.

Te odie toda la tarde de hoy.

Por cierto: felicidades, esta es tu primera entrada. Estoy escribiendo sobre ti. Sobre ti y tu egoísta e inconcebible propuesta. Sobre una propuesta dolorosa que me pone al borde del abismo.

Haras que me tire de un acantilado y te encanta ¿eh?

No, tu no haras nada. Solo me has puesto a decidir.

La primera consideración para cualquier decisión, es que no puedo, en ninguna forma, ser Laura, a secas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario