Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Tarde.

Demasiado cambio en tan poco tiempo.

Morí por ti por un rato largo ¿por que nunca llegaste?

Luego, apenas decidí dejar de esperar, literalmente horas después, recuerdas que debemos hablar.

¿Sabes lo difícil que es mentalizarse de cierta forma y luego tener que cambiar?

No es justo. Lo sabes.

No es que no lo necesito, pero realmente no lo quiero.

No ahora. Quizás luego. Quizás nunca.

Puede sonar contradictorio, lo pedí por mucho tiempo pero ahora...

No quiero hablar.

Ya no.

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