Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Coñazos invisibles.

Mantuve una y otra vez, que no me había imaginado nada, que esto no era como lo que pasaba en mi residencia, esas cosas de que algo me movía mientras dormía.

No, no, no.

Esto sí paso.

En cada escalón que subió para superarme, superarnos, superarlo, me dio un coñazo, pero era tanta la distancia, era capaz de hacerlo desde tan lejos, que al final todo parecía que me lo hubiese imaginado, que la que estaba metida en un hueco era yo (cosa que no niego). 

Pero creo que llegue allí por alguna razón ¿no?



No hay comentarios:

Publicar un comentario