Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Caracas.

Digo Caracas, Caracas y siento que canto.
No te odio. Nada mas irreal que eso.

Solo que Caracas, dejame decirte, no has dejado que te conozca.

Has cerrado tus calles como quien le cierra las piernas a un extraño.

¿Porque me cierras las piernas Caracas si sabes que lo disfrutas?

Si sabes, que, para tí el mayor placer es que te recorran, te manoseen, te huelan, digan odiarte pero continúen allí.

Yo no me ire Caracas, es imposible dejarte. Apestas a hormonas sensuales y peligrosas.

No hay nada malo que puedas hacerme Caracas. Ya no.

Porque he caído (irremediablemente) en tus redes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario