Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

domingo, 24 de noviembre de 2013

El olvido.

Viene, va. Deambula por los pasillos.

Esta sentado, impaciente y preparado. Se apodera de ti, de tu cuerpo.

Viste de negro. Parece la muerte. Quiere parecerse a la muerte.

Solo hace su trabajo, ha sido contratado por el tiempo.

En su larga, muy larga lista lleva nombres tachados.

Soy la siguiente de la fila.


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