Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Cuando ocurra.

Cuando lo supere, cuando lo acepte, cuando eso oscuro que se ha posado en mi hombro vuele hasta el horizonte, posiblemente lo notaras, lo sentirás desde el mas allá, mas allá de la distancia y los olvidos. 
Pero posiblemente no me veras, dejaras de sentirme, de percibirme. Habré cambiado y ya no seré.
Ya no seré porque entender eso, aceptar eso, me haría dejar de ser, me traicionaría, me transformaría en piedra.
Dejaría de escribir poemas, dejaría de mirar trinitarias y el cielo seria morado, como todas las noches estos últimos días.

Mientras tanto y hasta que eso ocurra, yo sigo viendo trinitarias, recordando tu sonrisa y llevando tu olor conmigo.
Extrañándote cada noche y cada mañana.
Y peor aun convenciéndome a mi misma que no soy capaz de soñar cosas tan bonitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario