Sal con una chica que lee.



Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Por Rosemarie Urquico.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Él. Punto final.

Había escrito esta nota hace algunos meses. La deje en el olvido sin siquiera notarlo, quizá solo porque estaba destinada a ser publicada hoy .
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Que él nunca sepa el remolino de sentimientos que puede causar una oración de su boca.
Que él nunca sepa el cosquilleo en la espalda tras su roce.
Que él nunca sepa lo poderosos que pueden llegar a ser sus labios.

Que él nunca sepa lo mucho que le quise, le quiero y le querré.

Punto final.

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